A la hora de diseñar espacios, tener en cuenta a las personas que los van a habitar es parte de la clave del éxito del proyecto.
Conocer qué actividades se van a realizar en ellos, qué tipo de usuarios pasarán sus horas en él y qué necesidades tendrán estas personas son puntos a considerar desde el inicio de cualquier proyecto y, especialmente, cuando se trata de una residencia de mayores.
Creando hogares que también son espacios de trabajo
Cuando realizamos un proyecto de residencia de mayores, la comodidad debe ser la estrella que guía el diseño acogedor que queremos conseguir.
Que el usuario esté tranquilo y cómodo, con todas sus necesidades cubiertas, será lo que hará que la residencia sea realmente su hogar.
Además, los trabajadores de estos centros, para los cuales son su segunda casa, también deben encontrar ese equilibrio entre trabajo y comodidad para poder desempeñar sus funciones con la mayor diligencia.
Por tanto, son proyectos peculiares, ya que actúan como hogar y como centro de trabajo al mismo tiempo, para usuarios y trabajadores de edades y condiciones distintas. Por tanto, deben ser espacios versátiles que cumplan con los estándares de todas las personas que conviven en ellos y que permitan coordinar ambas actividades: vivir y trabajar.
Encontrar la confortabilidad para ambos debe ser un punto fuerte a tener en cuenta.
El toque diferente: tratar cada proyecto de forma especial
Como tema principal, no podemos olvidar quién será el usuario que ocupe estos espacios la mayor parte del tiempo: personas mayores y personas dependientes.
Por eso, elegir los materiales, mobiliario y elementos de la residencia debe realizarse con especial cautela, poniendo un punto extra de atención y teniendo en cuenta las actividades y usuarios que los van a utilizar.
Desde Sutega nos gusta tratar a cada residencia como única, aportándole toques que la hagan especial y diferente, siempre atendiendo al ambiente tranquilo y armonioso que disfrutan y buscan los mayores y siempre al servicio de los usuarios finales.
Para conseguirlo, a continuación, presentamos algunos de los aspectos que tenemos en cuenta y que comparte nuestro equipo de senior coliving y sociosanitario.
Materiales y colores
La resistencia suele ser el elemento común que se busca en los diferentes materiales utilizados en las residencias de mayores. A nuestro equipo de senior coliving le gusta crear ambientes alegres, amplios y cálidos, que transmitan sensación de hogar a los usuarios.
Además, la comodidad y bienestar del usuario también se tienen muy en cuenta.
Para ello, la madera, especialmente en tonos cálidos, es muy utilizada para la creación de mobiliario a medida, tanto para dormitorios como para zonas comunes.
Complementando este material, se utilizan complementos y textiles de colores, que, a la vez de resistencia y durabilidad, aporten tonos suaves y diferentes al entorno. Cortinas ignifugas, ropa de cama, papel pintado para paredes, vinilos de señalética…
Naranjas, rojos, marrones, verdes y azules son utilizados frecuentemente para añadir la chispa agradable al proyecto.
Detalles especiales a tener en cuenta
Diseñar para personas mayores requiere prestar especial atención a los detalles: textiles lavables, esquinas redondeadas, alfombras antideslizantes, iluminación especialmente pensada, formas sencillas, resistencias superiores, tapizados especiales, espacios de circulación especiales y accesibles para todo tipo de grúas, sillas de ruedas o camillas…
Detalles que marcan la diferencia y que son esenciales para un día a día confortable para usuarios y trabajadores.
Además, no todos los detalles son técnicos o médicos, sino que desde Sutega también tenemos en cuenta los detalles estéticos.
Un aspecto que nos gusta implementar en las residencias es el atrezzo de paredes de zonas comunes y habitaciones con fotografías, láminas y pinturas del entorno geográfico del propio centro.
De esta forma, los mayores pueden tener contacto con el entorno, estimulando el recuerdo y la reminiscencia de la zona donde viven.
Nuevos espacios
Además, las residencias no solo se componen de dormitorios, comedores y salas comunes, sino que cada vez su diseño va más allá y adapta los nuevos tiempos a las necesidades de los mayores.
Gimnasios, peluquerías, salas de reminiscencia, espacios de lectura, zonas de recepción a familiares, piscinas, unidades de convivencia equipados con cocinas para mayor independencia…
Pero no todo acaba ahí. Cada vez es más común encontrarse, por ejemplo, con jardines, que permiten crear circuitos exteriores para que los mayores puedan pasear de forma segura al aire libre sin salir del entorno del centro. Además, estos espacios verdes permiten socializar e interactuar en otras zonas, realizar terapias biosaludables, practicar actividades al aire libre, contar con huertos terapéuticos…
Espacios donde también se permite innovar
Tratar cada espacio como único, sin caer en la estandarización, también va de la mano con el uso de tecnología, aunque quizá en un principio no sea lo primero en lo que pensemos cuando hablamos de residencias de mayores.
Las salas multisensoriales son unas de las últimas innovaciones en residencias de mayores, donde la tecnología se integra para ofrecer nuevos tratamientos psicocognitivos y estimulación del usuario por diversos medios: vibraciones, colores, olores, sonidos…
Conclusión
Tratar con mimo estos espacios, desde el diseño hasta su ejecución, será lo que los convierta en verdaderos hogares para nuestros mayores.
Por tanto, aunque en muchas ocasiones es un sector menos conocido y que quizá pasa desapercibido en el día a día, no podemos olvidar la importancia de tratar con detalle y profesionalidad estos entornos, poniendo especial atención en los usuarios que los disfrutan.
Fuente de las imágenes: Unsplash, imágenes propias.