Desde Guipuzkoa recibimos una visita muy especial: Íñigo Ramírez, ex Director Comercial de AKABA e íntimo amigo de nuestro socio fundador Fran Pérez
“Íñigo para mí son los comienzos, la ventana a otras formas de hacer negocio… Éramos muy jóvenes e impulsivos, con fuerza y sobre todo con deseos de crecer. Juntos conseguimos encontrar el camino”.
Con estas palabras, Fran Pérez, cofundador de Sutega, introduce a Íñigo Ramírez al resto del equipo en su visita a las oficinas de A Coruña. Se nota que es un encuentro especial, después de un tiempo sin encontrarse en persona, aunque el contacto siempre ha sido constante.
Acompáñanos en este diálogo entre dos profesionales que recuerdan y reflexionan sobre el pasado y presente, con anécdotas personales y, como ellos dicen, ¡mucho humo!
Recordando los inicios: unión entre A Coruña y Guipuzkoa
Fran e Íñigo se conocieron cuando este trabajaba en Akaba, empresa de mobiliario fundada en el País Vasco en 1986, de la que fue Director Comercial durante más de 20 años.
“Recuerdo la primera visita a Sutega, un showroom lleno de sillas, butacas…” – indica Íñigo -. “Lo importante es que conectamos. Lo que a priori parecía una visita comercial más, supuso una conexión mutua… ¡Y desde el primer momento!”.
“Hubo algo entre ambos y entre ambas empresas” – responde Fran -. “Algo, no sé el qué, nos marcaba el camino. Ambos éramos cabezones y testarudos, pero conseguimos caminar cerca y crear grandes cosas juntos”.
Es una charla distendida, en la que a simple vista se aprecia el cariño y nostalgia que aviva este reencuentro.
Evolución de la mano: ganas de crear algo distinto
“Desde esa visita, fuimos evolucionando juntos. Bueno, mejor dicho, evolucionaba el entorno y nosotros no nos quedamos atrás” – reflexiona Íñigo.
“¡Todo lo contrario!” – ríe Fran.
Íñigo continúa: “Tanto desde Sutega como desde Akaba apostamos por salir fuera de España. Así nos convertimos en pioneros en exportar al exterior. Y era gracioso: nos íbamos encontrando, una y otra vez”.
“Nos veíamos en diferentes partes del mundo” – añade Fran, con una sonrisa.
“Nos dimos cuenta de que teníamos inquietudes comunes, ganas de observar el entorno y de modernizar nuestras empresas… Ahí es cuando decidimos aunar y construir juntos” – dice Íñigo, mientras Fran asiente atento.
Ambos reflexionan: “Antes nunca se escuchaba <<la empresa son las personas>>. Nadie tenía esa visión en España. Nosotros empezamos a aplicar esa gestión más humana que hoy es tendencia. Y estamos muy orgullosos de ello”.
Proyectos y recuerdos: el paso de los años reflejado en la memoria
“Días y noches de conversaciones… Horas de charlas, copas y humo con sabor a amistad… Nunca dejamos de hablar y hoy volvemos a hacer lo mismo. Aunque no somos tan jóvenes y nuestro cabello está más blanco, seguimos teniendo el mismo espíritu. ¡Eso es lo importante!” – comenta Fran -. “Quizá estamos en caminos distintos al de ayer, pero seguimos en el camino”.
A ambos se les nota entusiasmo cuando hablan de proyectos y de arquitectura, especialmente aquellos realizados en conjunto. Destacan el Hospital de Oza, desarrollado por Andrés Reboredo y Albert de Pineda, que definen como “punta de lanza, un proyecto cuña en Galicia. Ver que los arquitectos y la propiedad trabajan tan de la mano. En ese momento, Oza representaba la evolución del país y en la actualidad. ¡Y nosotros estábamos allí!”.
Reflexión final: emoción a flor de piel
Como broche final, Fran dedica unas palabras de agradecimiento por la visita: “Íñigo, tú lo sabes. Akaba fue una ventana en la que quisimos asomarnos. Nos ayudó mucho el mirar por <<vuestra ventana>> para que Sutega pudiese aprender”.
Íñigo sonríe con entusiasmo, mientras Fran continua: “Gracias por volver a tu casa. Gracias por no olvidar. Y, sobre todo, gracias por tu amistad”.
Finalmente, ambos concluyen con un: “¡Hoy por fin volvemos a oler el humo!”.