Artículo de Begoña García, Director en Sutega, tras su paso por el «IV Foro de Rehabilitación Verde & Sostenibilidad», celebrado el pasado 12 de septiembre en Madrid y organizado por CESINE y la revista inmobiliaria Metros2.
Sutega tiene ADN gallego. Y los gallegos siempre hemos sido innovadores y pioneros. Nuestra historia está marcada por la habilidad de adaptarnos y entender el mundo, lo que nos ha convertido en viajeros incansables. Como dice la famosa canción, estamos “hasta en la luna”, lo que refleja nuestra capacidad para ver más allá y anticiparnos a las necesidades del entorno. Esta flexibilidad también nos ha enseñado a ser respetuosos con nuestro entorno, a cuidar de nuestra tierra, y por ende, a impulsar prácticas sostenibles que protejan nuestro planeta para las generaciones futuras.
No es una coincidencia que, en Galicia, el cuidado de la naturaleza haya sido una prioridad desde tiempos inmemoriales. A lo largo de nuestra historia, hemos sabido valorar y preservar nuestros paisajes, bosques y ríos, lo que ha inspirado a muchas generaciones a pensar en el medio ambiente como parte esencial de nuestras vidas. Un claro ejemplo de esto es el reciente éxito de un grupo de estudiantes gallegos, quienes obtuvieron el primer premio en los “Premios Ecoinnovación”, impulsados por la Fundación Endesa. Estos jóvenes no solo demostraron su capacidad creativa, sino también su compromiso con la construcción sostenible, un campo que se ha convertido en uno de los mayores retos y oportunidades de nuestra era.
Un Ejemplo en la Calidad del Aire
Este esfuerzo por integrar la sostenibilidad en todos los aspectos de nuestra sociedad no es nuevo. De hecho, Galicia es reconocida por su calidad ambiental. En el “ranking de ciudades con mejor calidad del aire” en España, varias ciudades gallegas como Santiago de Compostela, Pontevedra y Arteixo se destacan por estar entre las primeras posiciones. Estas ciudades han implementado políticas innovadoras que buscan equilibrar el desarrollo urbano con la protección del entorno natural. Pero no es suficiente con liderar en este ámbito; debemos seguir avanzando y adaptándonos a las nuevas realidades.
La innovación en sostenibilidad a menudo se tiende a pensar en ella de como un concepto relacionado con el medio ambiente. Por mi trayectoria profesional, prefiero enfocarme en un aspecto específico: “la sostenibilidad en la construcción”, un sector que representa el 40% de las emisiones de CO2 a nivel global. La industria de la construcción es una de las más contaminantes del mundo, y para cambiar esta realidad, debemos reconsiderar profundamente cómo construimos y con qué materiales lo hacemos.
Hacia una Arquitectura Ética y Sostenible
Cuando hablamos de sostenibilidad arquitectónica, nos referimos a mucho más que un simple ahorro de energía derivado de una mejora de la eficiencia energética, la sostenibilidad también implica mejorar la calidad del aire, reducir el uso de recursos no renovables, y sobre todo, construir de manera ética. Significa respetar el entorno natural y a las comunidades donde se desarrollan los proyectos. Implica utilizar “energías renovables”, como la solar y la eólica, y apostar por “materiales ecológicos” que minimicen el impacto ambiental durante todo su ciclo de vida.
Además, la sostenibilidad no es un concepto limitado al ahorro de energía o a la reducción de emisiones. También abarca principios como la “economía circular”, donde los materiales se reutilizan y se minimizan los residuos, diseñando edificios que no solo reduzcan su huella de carbono, sino que también sean más resistentes a fenómenos climáticos extremos. Todos estos factores contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas, algo que inevitablemente está vinculado a una mayor longevidad.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Estamos preparados para llevar a cabo esta transición de manera efectiva? Yo creo que sí, pero requerimos un esfuerzo conjunto que involucre a arquitectos, constructores, gobiernos y a la sociedad en general. Debemos avanzar hacia un “trabajo innovador y colaborativo” que promueva una arquitectura sostenible.
La Madera como Material del Futuro
Uno de los materiales más innovadores en el ámbito de la sostenibilidad es la “madera”, un recurso que está cobrando protagonismo como material de construcción. Según el arquitecto español Julen Pérez. quien trabaja en Waugh Thistleton Architects, uno de los estudios más prestigiosos del Reino Unido, la construcción con madera podría ser una de las soluciones más eficaces para frenar el cambio climático. Este material es natural, renovable y, cuando se utiliza de manera adecuada, puede incluso contribuir a la captura de CO2.
Este año, El Economista mencionó que la madera podría *”sustituir al hormigón y al acero”, dos de los materiales más utilizados y contaminantes en la construcción tradicional. La construcción con “Mass Timber”, un tipo de madera maciza que utiliza múltiples piezas unidas para formar elementos estructurales, ha demostrado ser una alternativa no solo sostenible, sino también más eficiente. Este enfoque no es simplemente una vuelta a la construcción tradicional con madera, sino una reinvención de la misma, utilizando tecnologías avanzadas que hacen que los edificios sean más duraderos, seguros y respetuosos con el medio ambiente.
Un Futuro Basado en la Innovación Sostenible
El futuro de la construcción, va en la dirección de minimizar el impacto ambiental de las edificaciones. Esto no solo se logrará mediante la utilización de materiales sostenibles como la madera, sino también con el uso de tecnologías avanzadas como la energía solar, los sistemas de construcción ecológica, que reducen el consumo energético y la implementación de soluciones basadas en la naturaleza, como techos verdes y sistemas de reutilización de agua.
En definitiva, debemos construir pensando en las generaciones futuras, fusionando elementos tradicionales con las innovaciones tecnológicas que hoy están a nuestra disposición. La sostenibilidad no es una moda pasajera, es una obligación, si queremos crear un impacto positivo en el ámbito social, económico y medioambiental. Debemos entender que ser eco no solo es ser responsable, sino también ser innovador.
Fuente de las imágenes: propias, Canva Pro.